Nueve de Diciembre de Dos mil Once ♥.

      - Encontrarnos un día feriado, cuesta más tiempo de lo que pensamos, y de esa forma incluso, llegábamos a Capital una hora antes, pensando en estar muy solas. Sin embargo, gente linda y pastillera por todos lados, telas tiradas en el piso llenas de remeras de nuestra banda querida LAS PASTILLAS DEL ABUELO.

Mirar y mirar remeras, en busca de una muy linda para vos, sin imaginarnos que después del mejor recital de nuestras vidas, teníamos el mismo dibujo en nuestro estampado.

Entrar y esperar que salgan, sintiendo dentro de nosotras, latir el corazón fuertísimo. Sacar muchas fotos y subirlas a facebook, ver quiénes iban y quiénes no.

Salir del recital felices de la vida, y empapadas de transpiración, después de haber reído, llorado, cantado, gritado, bailado sin parar increíbles 3 horas seguidas!

Conseguir que nos pare un taxi, y mis intentos de silbido que voy a morir sin aprender a hacer.

Estar en el taxi comunicándonos con nuestras familias, rumbo a otro recital. La de Mora.

Aunque no nos sabíamos todos los temas, cantar los que sí a muerte, y mirarnos y reírnos en los que no.

Desear haber nacido hombre, para estar en medio de los pogos, que son pura fiesta.

Mirar arriba, y estar bajo una lluvia de papeles.

Ver a ese amigo, que adoro con toda mi alma.

Que termine el recital, y sacarte fotos con los artistas que escuchas y escuchas, y jamás pensas conocer.

  (Que hermoso que sos Pablo, Dios!)

GRACIAS POR UNA DE LAS MEJORES NOCHES DE MI VIDA! A las pastillas del viejo de mi viejo, por traer a mí cada momento inolvidable, cada amor, cada risa y cada llanto. Gracias a La de Mora, por ir por el mismo camino. Gracias a ustedes AMIGOS, y gracias al cielo que me permitió conocerlos.