En los hechos del pasado ♥, está la historia del futuro...

-        Infancia. Esa edad en la que no parabas de jugar ni un segundo y  no tenías problemas, lo único que importaba era ¿Qué me va a decir mamá si…?

Donde podías mirar horas y horas girar a la bailarina de tu cajita musical.

Y andar en bicicleta sin rueditas, era mágico.

Hacer infinidades de burbujas y ver como se las llevaba el viento.

 Las tardes en hamacas con tu amiga, tomándole gusto a la velocidad. O simplemente, hablando de lo que quieres ser de grande.

Ese amigo que era inseparable, y que más allá de la distancia, está más presente que nunca.

Los collages de las tardes de lluvia, en los que la basura que dejaba el lápiz al sacarle punta era la pollera de nuestras princesas.

Encontrar en la plaza un “panadero” pedirle un deseo, y dejarlo ir.

Puede ser que haya querido recordar estos pequeños detalles por algo en especial, detalles que siempre, van a ser especiales. Y como Paulo Coelho, "Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea." 

Xoxo, Candela.